sábado, 17 de enero de 2015

ESTRENANDO EL INVIERNO EN BARCELONA (1)


 


Cada vez que bajo a Barcelona,
aunque mejor debería decir SUBO,
torno a viajar hacia el pasado,
un pasado que es joven y moderno,
menos las arrugas de las manos
y los sueños cansados en los ojos
de quien me está mirando.


Mientras oigo a Debussy, el mar golpea
en los blanquinegros cantiles del piano,
cantiles que me devuelven
al cielo que a veces sueño
cuando olvido mi presente.
Las teclan son las olas
y las manos femeninas que las pulsan,
gaviotas que sostienen de milagro
su vuelo junto al beso de la espuma.
Mientras oigo a Debussy, veo el paisaje,
lo veo y la veo a ella,
a la mujer que comparte mi silencio
y me lleva a su lado, siempre me lleva.


-¿Adónde vas con el corazón
bajo el brazo?
-Hay mucho odio en el mundo;
voy a sembrarlo
para ver si así mejora
y se hace humano.
-Vuelve a dejarlo en tu pecho:
vas a necesitarlo.
Anda Pandora muy suelta.
Regresan tiempos amargos.

Tiene de todo este patio.
Por tener, un molinillo
que por el viento anda loco.
Y un gato que se aprovecha
de los rincones más altos
donde se arrebuja el sol
como si fuera otro gato.
Y una pareja de mirlos
que trinan enamorados
entre las ramas de un tilo.
                                           12-14 de enero de 2015




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